Columna original en Capital Humano de Emol.

El espíritu emprendedor ha permeado de manera increíble dentro de la sociedad empresarial chilena en los últimos 5 o 6 años. Y estoy hablando de este espíritu en grandes empresas, no en startups.

Un intra-emprendedor (o un emprendedor corporativo) es alguien que tiene la personalidad suficiente para superar barreras mentales estructurales de empresas que vienen haciendo lo mismo hace un buen tiempo. Son personas que arriesgan, buscan soluciones más allá de las normas estructuradas, saben pedir perdón (antes que permiso), son corajudos y no tienen miedo al fracaso. Son este tipo de personalidades que hacen que una empresa pueda romper el vicio de ‘si funciona no lo toquemos’ y los acerca al futuro que se necesita construir.

Esta nueva actitud está impulsada por el rápido desarrollo de los consumidores, ellos nos están empujando a ir más rápido. Absorben nuevos servicios y nuevas tecnologías más rápido de lo que las empresas pueden desarrollarlas.

Existe una idea de que las cosas tienen que ser de una manera, pero la realidad de las grandes empresas (al menos en Chile) es dramáticamente distinta.

Pongamos el caso de Clay, empresa de la cual soy gerente general, y que busca re-definir la experiencia que tienen las empresas con su contador externo. Si le preguntamos a una empresa de contabilidad o un contador cuál es el futuro, probablemente te diga algo bastante normal. Alguna mejora en algún sistema tal vez, pero nada realmente extraordinario. Si esa pregunta se la hacemos a Clay, te podremos contar sobre cómo el futuro es automatización, robots, inteligencia artificial, humanización de tecnología, etc. Para crear, hay que soñar.

En este nuevo liderazgo, para crear el futuro que tenemos en nuestras mentes, se deben poder conectar cosas que no necesariamente se iban a encontrar. ¿Qué tiene que hacer una empresa de contabilidad haciendo robots? ¿Cómo se mete la inteligencia artificial en un estado de resultados?

Hay una frase que aplica muy bien al nuevo liderazgo (de un tal Steve Jobs): stay foolish stay hungry — mantente tonto, mantente hambriento. Si pensamos mucho las cosas, no haríamos nada. Mantén una actitud de creer firmemente que puedes cambiar el mundo. Y lo harás.